martes, 28 de octubre de 2008

CURIOSA SEXUALIDAD DEL SIGLO XIX

Hoy en día existen librerías y páginas de internet repletas de guías para mejorar en la intimidad y obtener mayor satisfacción en el ámbito sexual, sin embargo, en la época victoriana estos 'consejos' eran diametralmente opuestos a casi todo lo que conocemos en la actualidad.

El sexo a finales del siglo XIX era visto en los mejores términos como algo repugnante, y en los peores como algo bastante doloroso, así que en 1894 Ruth Smythers, esposa de un párroco inglés, escribió una guía llamada "Consejos sexuales para maridos y mujeres de 1894", que ha sido republicada en pleno siglo XXI.

Con el objetivo de ayudar a las mujeres a enfrentar la "terrible experiencia del sexo", Smythers publicó el libro en el que recomendaba principalmente "hacerlo poco y de mala gana".

Para medir el contraste, el sitio en internet
www.TheSun.co.uk
comparó dicha guía con el actual libro de Holly Hollenbeck "Sex lives of wives", en el que la autora recomienda a sus lectoras tener "la mayor cantidad de sexo grandioso para saciar sus necesidades sexuales".

Aquí algunos de los 'tips' sexuales de hace un siglo:

1. Una esposa inteligente permitirá como máximo dos breves experiencias sexuales a la semana, y conforme pase el tiempo ella deberá hacer todos los esfuerzos para reducir la frecuencia.

2. La mayoría de los hombres obtienen la mayor parte de su satisfacción sexual mientras reposan pacíficamente una vez que el acto sexual terminó. Por lo tanto, la esposa se debe asegurar que el esposo no tenga tranquilidad en ese momento para disfrutar, o de lo contrario podría verse animado a querer más sexo.

3. Una esposa inteligente hará como uno de sus objetivos el nunca permitir que su esposo la vea desnuda, y nunca permitirle a él mostrar su cuerpo desnudo a ella.

4. Durante la penetración, la esposa deberá mantenerse lo más rígida posible. El movimiento corporal podría ser interpretado como un signo de excitación por parte del optimista esposo.

¡Menos mal que nací en el siglo XX!

2 comentarios:

Antonio dijo...

Pues pobre señor Smythers, supongo que con la ayuda de Dios soportaría este calvario digno de la paciencia de Job.

A mí se me ocurren algunos consejos más:
- Cantar canciones antimorbo como "La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar" o "En un pais multicolor, nació una abeja bajo el sol"

- Llevarse a la cama los plastiquitos que vienen en los electrodomésticos e ir esplotanto las burbujas mientras se realiza el acto.

- Gritar de vez en cuando "Que viene mi padre, que viene mi padre".

- Preguntar en pleno acto si es gay y si alguna vez estuvo con un hombre.

- Repetir varias veces "¡Para para! ¿Oyes ese ruído? Ah no, no era nada".

- Hacer ruidos extraños como de un fax y decir que estás recibiendo un mensaje telepático de un extratarrestre.

- Sacar cera de las orejas con un movimiento estilo terremoto con el dedo índice. Si es de los dos oídos a la vez mejor. Intercalarlo con búsqueda de mocos.

¿A alquien se le ocurre alguna más? jejeje!

Hermanita de la Caridad dijo...

Vaya tela...