lunes, 30 de noviembre de 2009

¿SOLA? ¡NO, MEJOR RELLENA!

La elaboración de una tortilla de patata es un reto al que toda persona aficionada a la cocina se debe enfrentar. El procedimiento siempre es el mismo: freír las patatas, ligarlas con el huevo batido y, a fuego moderado, esperar a que cuaje. El resultado depende de la mano de la persona que la cocina. Además, en función de los ingredientes adicionales que se añaden, como cebolla u otros, el gusto de la tortilla cambia por completo.

Aquí te voy a dar unos consejos de cómo preparar una tortilla de patatas rellena para que me sorprendas cuando te visite a tu casa je je je

¿Cómo prepararla? Pues
vamos al lío:

Una tortilla es mucho más que huevo y patata. Se puede rellenar con diferentes ingredientes, según el gusto de quien la cocine. Los métodos son dos:

1. Cocinar una tortilla gruesa: se elabora una tortilla de patata de modo tradicional y se corta por la mitad. Ambas partes se separan y, sobre la base, se coloca el relleno y se tapa con la otra mitad. Este método está indicado para tortillas vegetales y otras que contengan mayonesa o productos fríos.

2. Cocinar dos tortillas finas: se elaboran dos tortillas finas de patata. Una de ellas tiene que cuajar por las dos partes, mientras que la otra sólo se cuaja por un lado. Esta última se coloca en la sartén y, sobre la parte no cuajada, se agrupan en el centro los ingredientes del relleno. Se tapa con la otra tortilla y se cocina el conjunto hasta que los laterales se sellen. Cuando esté hecha, se retira de la sartén y se deja reposar unos instantes. Este método se realiza, sobre todo, cuando el relleno contiene queso, para que se funda por completo.

El relleno para elaborar con una tortilla gruesa:
- Surimi: palitos de cangrejo o surimi desmigado con mayonesa.
- Vegetal: lechuga, tomate en rodajas finas, espárragos y mayonesa.
- Vegetal mixta: lechuga, tomate en rodajas finas, mayonesa, atún y jamón york.
- Vegetal con surimi: lechuga, tomate en rodajas finas, mayonesa y palitos de cangrejo desmigados.
- Atún con tomate: atún en conserva desmigado con salsa de tomate casera y un poco de mayonesa.
- Salmón: lechuga, espárragos, mayonesa y lonchas de salmón ahumado.

Para elaborar con dos tortillas finas:
- Mixta: jamón york y queso en lonchas.
- De espinacas: espinacas salteadas con trocitos de jamón serrano y queso en lonchas.
- De pimientos: pimientos rojos y verdes asados, con un poco de salsa de tomate casera.
- De champiñones y setas: champiñones y setas salteadas, con un poco de ajo y queso en lonchas.
- Chistorra y queso: chistorra frita y desmigada, con queso en lonchas.
- De queso: queso crema.

Por supuesto también puedes ser creativo y hacer tu propia tortilla rellena, si es así, postéamela y hacemos entre todos una colección de tipos de rellenos para compartirlo y sobre todo, probarlo que es lo mejor de este post.

Espero que no te haya entrado el apetito con estos consejos, Si es así, sal corriendo a la tienda y compra los huevos, las patatas y los ingredientes que le quieras poner y que te aproveche.

lunes, 23 de noviembre de 2009

TENTACIONES, UMMM... MUY DULCES

Hoy me ha llegado al correo esta información que directamente os transcribo y que por sí misma habla. Sé que todos alguna vez tenemos tentaciones de este tipo pero todo lo que nos informa este artículo es muy importante y a tener en cuenta. Os dejo con el texto:

Chucherías: tentación dulce pero poco saludable

El consumo de golosinas no proporciona a nuestro organismo nutrientes necesarios, por lo que su consumo habitual es desaconsejable. Aportan calorías, azúcares y aditivos en exceso

Detrás de una bolsa de gominolas o de un puñado de chucherías casi siempre hay un niño sonriente que disfruta masticando azúcar coloreado y de diversos sabores, pero no todo termina ahí. A veces, los consumidores, incluso compulsivos, de este tipo de productos son adultos. En esos dulces con nombres o formas tan apetitosos como jamones, plátanos, huevos y moras hay azúcares, jarabe de glucosa, agua, gelatina, aromas, colorantes y otros ingredientes con los que se elaboran las gominolas coloreadas. Si en lugar de estar cubiertos de azúcar brillan al modo de regalices y fresas es porque en su elaboración se han utilizado aceites y ceras. Pero ninguno de estos ingredientes son necesarios o provechosos para la dieta, ya que hay alimentos que aportan esos nutrientes en proporciones más equilibradas que las de las chuches. De manera que cada vez que se premia a los niños con un puñado de chucherías se incorpora a su organismo una dosis de azúcares y aditivos que no tiene consecuencias negativas directas para su salud pero que, en lo que respecta al azúcar, por su vinculación con la obesidad y la caries, deben consumirse sólo en ocasiones y con moderación. En cuanto a los aditivos, no tienen por qué causar problemas ya que antes de ser autorizados han sido testados, pero siempre que se pueda es mejor evitarlos. Consumir golosinas con frecuencia o en grandes cantidades es un hábito poco saludable porque propicia malas digestiones e hinchazón abdominal, y se asocia también a las infecciones de hongos, bacterias y parásitos que, a su vez, generan
una mayor ansiedad por ingerir azúcares. El abuso de dulces predispone, además, a la obesidad, a la diabetes, a la caries y a los problemas cardiovasculares.

Una bolsa de chuches, la mitad de las calorías del día

Tras comprobar cuáles son los ingredientes con los que se elaboran las golosinas -glucosa, dextrosa, jarabe de caramelo, colorantes, acidulantes potenciadores del sabor y gelificantes, aceites y ceras - el comentario dietético es rotundo: las golosinas carecen de interés nutricional, son del todo prescindibles en la dieta. Y su consumo continuado no es conveniente porque aportan muchas calorías (de 320 a 360 calorías cada cien gramos), azúcares (entre 70 y 80 de cada 100 gramos son mero azúcar) y un rosario de aditivos. Una generosa bolsa de chucherías, de esas de domingo y fiestas de guardar, aporta a los niños la mitad del azúcar que necesitan para todo el día. Los fabricantes de golosinas no están obligados a indicar en la
etiqueta el total de azúcares de su producto, por lo que en muchos casos esta información no está al alcance del consumidor.

Los niños de entre 4 y 10 años necesitan una dieta de unas 1.800 calorías, y lo adecuado es que el aporte de azúcar represente entre el 10% y el 18% del valor energético total de esa dieta. Ello supone un máximo de 340 calorías por día provenientes de azúcares, que corresponden a 85 gramos (1 gramo de azúcar aporta 4 calorías; si el gramo es de grasa, son 9 calorías). Esta cantidad máxima de azúcares incluye el azúcar utilizado como edulcorante pero también el que contiene alimentos y productos como frutas, zumos, galletas, cereales, refrescos, bollos. El azúcar es imprescindible para el funcionamiento de nuestro organismo, pero una alimentación normal es suficiente para proveernos del azúcar necesario.

El problema, incluso en quienes no comen golosinas, suele ser el exceso de azúcar y no al contrario. Cuando se digiere el azúcar, el organismo logra el equilibrio químico y atrae ciertos nutrientes, como los minerales magnesio y fósforo y las vitaminas del grupo B. Pero un exceso de azúcares origina deficiencias orgánicas de estos nutrientes, deteriora la energía vital y causa apatía, fatiga y debilidad muscular. Inhibe, además, la capacidad de los glóbulos blancos (leucocitos), que son parte de las defensas del organismo, para hacer frente a las bacterias. Y demasiado azúcar favorece, asimismo, los catarros e infecciones y la aparición de la caries: las golosinas pegajosas quedan adheridas a los dientes y las bacterias de la
boca transforman sus azúcares en ácidos que deterioran el esmalte dental; es por ello que se insiste en la necesidad de cepillarse los dientes después de comer chucherías.

Colorantes y alergias

En las gominolas y otros productos coloreados como los 'flashes' (polos de hielo), los aditivos colorantes tiñen los azúcares. En los aperitivos salados como gusanitos y similares colorean la harina, la grasa y la sal. Y la mayoría de estos colorantes son artificiales. Entre ellos figuran los azoicos, que pueden dar lugar a reacciones adversas en individuos predispuestos. Algunos son capaces de desencadenar ataques de asma en niños con este problema y reacciones alérgicas cutáneas en personas hipersensibles. Se incluyen en este grupo la tartracina (E102), amarillo de quinoleína (E104), amarillo anaranjado S y amarillo ocaso FCF (E110),
azorrubina o carminosina (E122), rojo cochinilla A (E124), rojo allura AC (E129) y azul patente V (E131). No obstante, el nivel de colorantes de las golosinas no es tan excesivo, aunque por sus llamativos tonos parezca lo contrario.
Un niño de 15 kilos de peso que consuma cien gramos de chucherías alcanzaría como mucho sólo el 10% de su dosis diaria admisible. Por tanto, el de los aditivos (salvo el caso de los consumidores hipersensibles antes citado) no es un problema nutricional importante de las chucherías, que sí el del azúcar.

Chucherías sin azúcar

La mejora de la calidad nutricional de las golosinas es un gran reto para la industria de estos productos, que es consciente de que los consumidores están cada vez más concienciados de que la dieta saludable y equilibrada es uno de los fundamentos de la salud. Caramelos y chicles sin azúcar fueron el inicio (hoy se habla incluso de golosinas con propiedades funcionales -pensemos en chuches enriquecidas en omega 3 o calcio- pero eso aún está por verse) han marcado las distancias, al conseguir que el niño o adulto disfrute de un dulce sin preocuparse por el exceso de calorías que le supone ese consumo. Los "edulcorantes de volumen" o "polioles" proporcionan un intenso sabor sin incorporar apenas calorías. En este grupo se incluyen el sorbitol, manitol, isomalt, maltitol, lactitol y xilitol. La Asociación Española de Dietistas Nutricionistas ( AEDN) ha desvinculado estos caramelos y chicles sin azúcar de su tradicional relación con la obesidad y la caries. Pero tienen un punto flaco: edulcorantes como sorbitol y xylitol, en grandes cantidades, pueden provocar dolores abdominales y diarreas, debido a su efecto laxante.

Atención, abuelos y tíos

[Extraído de Escuela de Prevención de la Obesidad Infantil]
Los abuelos y tíos han de poner también de su parte en la nutrición de los más pequeños, y por mucho que quieran ver felices a sus nietos y sobrinos en los momentos que comparten con ellos, no deben decir "sí" a todo. Han de evitar, por ejemplo, que se conviertan en malos y caprichosos comedores. Padres, abuelos y tíos han de saber que bollos, galletas, chucherías y refrescos azucarados no deben consumirlos los niños (y tampoco los mayores) con frecuencia. Hay que predicar con el ejemplo y es muy interesante llegar a un acuerdo con los niños para que reserven este consumo para ocasiones especiales. Es importante que lo comprendan y asuman; si no, muchos de ellos acabarán comiendo estos productos a escondidas o en lugares y momentos en que sus padres, abuelos o tíos no los vean. Recordemos que:

1º Las chuches tienen demasiado azúcar, además de muchos aditivos, entre otros aromas, colorantes, saborizantes. Y son una bomba de calorías.
2º No pueden complementar platos ni, menos aún (y aquí entran también bollos, galletas y similares) sustituir un plato o una comida.
3º Consumidos con frecuencia o en grandes cantidades, causan problemas: quitan apetito a los niños, y promueven la caries y el exceso de peso.
4º Hay que enseñarles a los peques que reserven las chuches para días y momentos especiales. Aunque no lo parezca, disfrutarán más de ellos que si los comen cada día. Y los asociarán con el día de descanso o fiesta y con el premio, es decir, con cosas positivas e, importante, ocasionales.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

UN ANIVERSARIO DE PERLA

Hace 30 años que mis padres se comprometieron a vivir juntos, formar una familia y dedicarse el uno para el otro.

Dicen que las bodas de plata y las bodas de oro son las que se celebran pero hoy mis padres se van a cenar para celebrar sus bodas de perla, que así es como se denominan.

Recuerdo hace 5 años, cuando celebraron sus bodas de plata, que en la misa que hicieron en el pueblo en conmemoración a las parejas que cumplían sus bodas de plata y oro, que todo el mundo me decía: "anda Fran, tu vas a asistir por segunda vez a la boda de tus padres". Entonces deduge que mis padres se casaron cuando yo ya estaba en proceso de creación, nada más y nada menos que 5 meses! Así es, 5 meses de vida y presente en la boda de mis padres alojado en la barriga de mi madre... que privilegio! Incluso me fui de viaje de novios a Madrid! ya decía yo que Madrid me sonaba de algo cuando me fui a vivir por primera vez allá por el 96... jeje

Hoy, en la comida, le estuve preguntando a mis padres como fue su celebración. Todo muy curioso ya que hoy lo suelen celebrar en salones de bodas, en mesas redondas de 10 personas, con platos individuales y platos colectivos... de una manera un poco ordenada. Pero hace 30 años, la cosa cambiaba un poco.

Mesas largas, y todo en plan tapeo. Lo que me llamaba la atención fue que se comía mucho más y más barato, entre 150 a 200 personas más o menos se comieron 7 u 8 jamones, otros pocos jamones mechados, que yo personalmente no he probado nunca, 12 quesos más o menos, 100 kilos de gambas, etc. Y hoy día, los combites son muy rácanos, y encima, son carísimos.

En definitiva, siempre hemos dicho que lo antiguo duraba más y que las comidas sabían a comida y alimentaban más. Esta sociedad y esta forma de vivir no interesa, porque comemos peor, menos cantidad y de manera misteriosa, engordamos tela.

Bueno, no me quiero ir por las ramas demasiado y ya que dedico mi post a las bodas de perla de mis padres, os voy a pegar literalmente lo que la wikipedia tiene reservado para el tema de los aniversarios de bodas que es bastante curioso.

Espero que os guste y muchos abrazos para todos.

Aniversario de bodas

Un aniversario es la fecha en que se cumple un número de años exacto desde un suceso importante. Dentro de los aniversarios personales, la fecha de la boda es uno de los más populares, celebrándose como el comienzo de una nueva etapa en la vida y de un proyecto en común. Cada año, el aniversario de boda es un momento para recordar entre los contrayentes, siendo tradicional la entrega de un regalo o la realización de una actividad conmemorativa (como una cena fuera del hogar).

Definición de los diferentes aniversarios:

- 1 año: bodas de papel
- 2 años: bodas de algodón
- 3 años: bodas de cuero
- 4 años: bodas de lienzo
- 5 años: bodas de madera
- 6 años: bodas de hierro
- 7 años: bodas de cobre
- 8 años: bodas de bronce
- 9 años: bodas de cerámica
- 10 años: bodas de aluminio
- 11 años: bodas de acero
- 12 años: bodas de seda
- 13 años: bodas de encajes
- 14 años: bodas de marfil
- 15 años: bodas de cristal
- 16 años: bodas de obsidiana
- 17 años: bodas de cuarzo
- 18 años: bodas de agua marina
- 19 años: bodas de amatista
- 20 años: bodas de porcelana
- 25 años: bodas de plata
- 30 años: bodas de perla
- 35 años: bodas de coral
- 40 años: bodas de rubí
- 45 años: bodas de zafiro
- 50 años: bodas de oro
- 55 años: bodas de esmeralda
- 60 años: bodas de diamante
- 65 años: bodas de platino
- 70 años: bodas de titanio
- 75 años: bodas de brillantes
- 80 años: bodas de roble
- 85 años: bodas de mármol
- 90 años: bodas de granito
- 95 años: bodas de ónix

Me pregunto yo, ¿quién ha llegado a vivir las bodas de ónix?

Desde que se instauró la tradición de entregar a los esposos un regalo en cada uno de sus aniversarios de boda. Cada año, los obsequios estaban confeccionados
con diferentes materiales progresando de los más frágiles a los más sólidos conforme iban pasando los años. De esta manera, se simbolizaba la mayor fortaleza
de la relación.

Los nombres dados a dichos aniversarios proveen una guía para regalos apropiados o tradicionales que se dan los esposos uno al otro, o si existe una fiesta
estos regalos pueden ser dados por los invitados, asi mismo el nombre puede influir el tema de decoración usado en la fiesta.

Estos regalos pueden variar en diferentes países, pero algunos aniversarios tienen referencia a un material bien establecida que ahora son comunes a la
mayoría de éstos.

La tradición se originó en la Alemania medieval en la que si una pareja de casados lograban celebrar el vigésimo quinto aniversario de su boda, la esposa
era presentada por sus amigos y vecinos con una corona de plata, en parte para felicitarlos por la buena fortuna de haber prolongado la vida de pareja
durante tantos años y en otra parte como reconocimiento al hecho de haber disfrutado de una relación armoniosa; en la celebración del cincuentenario, la
mujer recibía entonces una corona de oro. Estos aniversarios fueron desde entonces conocidos como las bodas de plata y el día de bodas de oro respectivamente.

Con el pasar del tiempo el número de símbolos usados se ha incrementado y la tradición alemana de asignar regalos específicos que tienen conexión directa
con cada una de las etapas de la vida se ha expandido por todo el mundo occidental.

Estaba prohibido regalar perlas a una novia, ya que representaban llanto en el matrimonio. Exhibir perlas el día de la boda era señal de mala suerte, ya
que las perlas se parecían a las lágrimas, por lo que la gente creía que la novia lloraría durante todo su matrimonio.

En cambio regalar diamantes, por su pureza y dureza, daba buena suerte.

Significado de los aniversarios de novios:

Al igual que los aniversarios de bodas, los novios también festejan sus etapas previas a su casamiento, relacionándose con los siguientes significados:

- 1 año de novios: Año de Amor
- 2 años de novios: Año de Ternura
- 3 años de novios: Año estrella
- 4 años de novios: Año sol
- 5 años de novios: Año luna
- 6 años de novios: Año nube
- 8 años de novios: Año llovizna
- 9 años de novios: Año tormenta
- 10 años de novios: Año temporal
- 11 años de novios: Año de amistad
- 12 años de novios: Año de "bombril"

En definitiva, quien aguante 12 años de novios más 95 de casados... no hay que darle regalos sino una estatua en medio de la plaza del pueblo.