miércoles, 14 de septiembre de 2011

AQUALIMPIA, EL ENGAÑO DE LAS DEMOSTRACIONES SIN COMPROMISO

desde que un buen amigo me hablara de la máquina Aqualimpia del Grupo Mercedes, y tras escuchar varios anuncios invasores de las emisoras de radio, consulté con mi pareja y con varios amigos la posibilidad de que nos vinieran a casa a hacernos una demostración (de la que ellos llaman sin compromiso de compra) y así poder verla en funcionamiento y poder experimentar su usabilidad en primera persona.

Ayer por la tarde, llamo al número de su atención al cliente, y quedaron en que ellos me devolverían la llamada. Así fue, a los pocos minutos el teléfono sonó y una teleoperadora me explicaba sus miles de usos y las ventajas de la misma.
Me ofrecían una oferta, que por sus características no me interesaba, ya que me ofrecían un robot de cocina (inaccesible para ciegos), un climatizador (que no me sirve para nada ya que tengo aire acondicionado en casa) y dos noches para dos personas en un parador en España (algo interesante esta última opción) más el descuento de 300€ del precio inicial, bastante alto, de 1790€.
Al mostrar mi poco interés en la oferta, y tras negociar un poco, me ofrecían la de dos máquinas por el precio de una, interesante opción siempre y cuando encuentres a alguien que quiera compartir el precio contigo. Acepté esta opción y quedaron en llamarme hoy para concretar la hora y el día de la demostración sin compromiso de compra.

Esa llamada que me hacen esta tarde, es la que me hace ver el mal servicio al cliente que tienen algunas empresas como esta.
Tras pedirme mis datos y concretar la cita para mañana por la tarde, la chica en cuestión me pregunta si mi mujer y yo trabajamos, y al darle la negativa, ya que andamos eventualmente en paro, me salta con que ya no vendrían a hacernos la demostración sin compromiso de compra por si a caso la quisiéramos comprar financiada. Y claro, después de oír esto, imagínate lo que yo le suelto con toda educación. ¿Dónde está entonces el compromiso de la demostración gratuita y sin derecho a compra? ¿Cómo sabe la empresa el dinero que yo tengo en el banco o debajo de la losa? ¿No puede ser que yo quiera ver la demostración de la máquina porque algún familiar me la quiera regalar? En fin, tantas preguntas que le lanzo para al final disculparse y queriéndome mandar una demostración sin compromiso que yo definitivamente me niego a que me enseñen.

La conclusión que yo saco de todo esto es que si una empresa que quiere vender un producto muy caro toma como doctrina una atención al cliente tan agresiva, el resultado de muchas de sus ventas imagino que serán como la mía, totalmente negativas. En definitiva, una forma muy barata de perder clientela y dejarlas moscas para siempre.