miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL GAZPACHO

El gazpacho, siempre popular y que hoy, con las nuevas modas gastronómicas y las recientes tendencias dietéticas, es servido en los mejores restaurantes, aunque no siempre con el mejor tino, tiene unos orígenes antiquísimos, tanto por la sencillez de su composición como por la sana y alimenticia variedad de sus ingredientes. Un texto del siglo I a.C., debido nada menos que a la pluma de Virgilio, su Égloga II, habla ya del gazpacho al describir el condumio que Testilis preparaba para los fatigados y sedientos segadores, majando ajos, sérpol y otras hierbas aromáticas. La palabra " gazpacho" procede al parecer del portugués caspacho, derivada a su vez del prerromano caspa, residuo o fragmento, como alusión, probablemente, a las migas de pan que intervienen en la elaboración.

Aunque existen numerosas variantes del gazpacho, el de Huelva, el de Cádiz, el de Sevilla, el de Córdoba, el de Granada, el deExtremadura, el de La Mancha y un largo etcétera, se trata fundamentalmente de una emulsión de aceite en agua fría, a la que se añaden vinagre, sal, tomate, pimentón, pan remojado y otros ingredientes, y que constituye, como dijo el doctor Gregorio Marañón: "una sapientísima combinación de todos los simples alimentos fundamentales para una buena nutrición…

Las gentes doctas de hace unos decenios se maravillaban de que con un plato tan liviano pudieran los segadores afanarse durante tantas horas de trabajo al sol canicular. Ignoraban que el instinto popular se había adelantado en muchas centurias a los profesores de dietética y que, exactamente, esa emulsión, contiene todo lo preciso para sostener a los trabajadores entregados a las más rutinarias labores. Con el vino, que casi nunca falta, su eficacia se acentúa, y si pudiera añadirse un buen trozo de carne, podría considerarse como alimento muy próximo a la perfección ".

Sin embargo, no siempre gozó el gazpacho de tanto renombre, pues en el Quijote , Sancho exclama: "Más quiero hartarme de gazpacho que estar sujeto a la miseria de un médico impertinente." Y Vicente Espinel dice irónicamente, en su novela picaresca Marcos de Obregón: "Yo cené un muy gentil gazpacho que cosa más sabrosa no he visto en mi vida, que tanto tienen las comidas de bueno, cuanto el estómago tiene de hambre y de necesidad ..". Hay que llegar a fines del siglo XIX para encontrar en la literatura española una rectificación contundente del menosprecio de que era objeto este plato sencillo y gustoso, alimenticio y refrescante. Así, Juan Valera escribe: "Es saludable en tiempos de calor y después de las faenas de la siega y tiene algo de clásico y de poético." Azorín lo ensalza diciendo: "Ningún restaurante... podía ofrecernos manjar más suculento que los gazpachos montaraces y aun los caseros ." Y hoy, como es bien sabido, este humilde alimento mediterráneo ocupa un lugar preferente entre las mejores sopas frías del mundo.

Ya sabes... un buen gazpachito nunca viene mal en cualquier época del año.

Si tu conoces otras formas de hacerlo, no dudes en postearlo para que lo podamos disfrutar los demás y así poder dar una opinión de las diferentes variedades de gazpachos que existen por el mundo.