viernes, 12 de marzo de 2010

UN VAMPIRO MUY SOLIDARIO

Ser un vampiro, o mejor dicho, dejar que los vampiros nos chupen la sangre, es una causa digna y solidaria cuando se trata de la donación de ésta y es una actividad que apenas supone un esfuerzo de unos 40 minutos tres o cuatro veces al año. Un 18% de la población reúne las condiciones (peso, tensión, edad, estado de salud) para ser donante. Pero sólo un 3,8% lo hace. Esta tasa no permite que España sea autosuficiente (lo es en la llamada línea roja, pero no en otros derivados, como el plasma), lo que implica la necesidad de importar los productos hematológicos. O retrasar tratamientos por falta de material.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que un país es autosuficiente cuando llega a una tasa de donantes de 45 o 46 por cada mil habitantes (el 4,5%). A pesar de que el aumento del último año (datos de 2008) fue del 5,57%, la tasa está todavía lejos: 38,55 por cada mil personas. Es de las mejores tasas del mundo, en línea con los países desarrollados (América del Norte, Europa Occidental, Oceanía, Japón, Corea del Sur y la excepción cubana), todos por encima de 30 donantes por cada mil habitantes, según la OMS.

En cifras absolutas, eso quiere decir que hay más de 2,2 millones de personas que donan sangre en España al menos una vez al año, pero que todavía son necesarios unos 300.000 donantes más para ser autosuficientes y poder cubrir todas las transfusiones que se necesiten, según ha anunciado el presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Manceñido, durante la presentación de la campaña Sangre nueva para el mundo; España tiene sangre con motivo del Día Mundial del Donante, que acogerá Barcelona el próximo 14 de junio.

Por comunidades, y según la tasa de donantes por mil habitantes, Navarra (50,02) y País Vasco (47,39) son las únicas que consiguen esta autosuficiencia en materia de donación de sangre, seguidas de Galicia (43,72), Extremadura (42,96), Cantabria (42,75), Castilla y León (40,98), Cataluña (40,53) y Comunidad de Madrid (40,12). En cambio, Canarias (31,97), Andalucía (34,04), Castilla-La Mancha (35,56), Aragón (35,83), La Rioja (35,95), Comunidad Valenciana (36,03), Murcia (37,66) y Asturias (38,36) son las que menos donantes de sangre por habitantes tienen.

LA DONACIÓN DE SANGRE: TAREA DE TODOS

La donación debe ser un acto constante de solidaridad a lo largo de la vida de los donantes. Tras los atentados del 11-M, los ciudadanos donaron masivamente. Pero, esa sangre obtenida no se pudo transfundir hasta pasadas 24 horas. Esto significa que debe haber un mínimo de unidades en reserva que puedan utilizarse inmediatamente ante cualquier catástrofe. La sangre debe esperar al enfermo, no el enfermo a la sangre.

¿Quién es donante de sangre?

Cuando una persona pierde sangre en gran cantidad por un accidente o una operación, o tiene problemas de salud, puede que sea necesario que reciba una transfusión de sangre. Sin embargo, dado que la sangre humana es una sustancia que actualmente no se puede sintetizar, es necesario extraerla de otra persona, es decir, un donante de sangre.

Tras haber donado, nuestra bolsa se somete al proceso de tipaje de la sangre, a través del cual se identifica el grupo sanguíneo del donante. Tras una primera clasificación, nuestra bolsa pasa al laboratorio de fraccionamiento, y allí se somete a un proceso de centrifugado, que permite la separación de cada uno de sus componentes (plasma, glóbulos rojos y plaquetas). Los laboratorios de serología e inmunología serán los últimos recorridos realizados por nuestra sangre. A partir de allí, y sólo tras haber pasado los más severos controles de seguridad, nuestra sangre estará en disposición de ayudar a un posible receptor.

Tanto si es la primera vez como una posterior, el procedimiento es básicamente el mismo siempre: si el individuo supera el peso mínimo (50 kg), se le mide la tensión y, si es adecuada, se le mide la hemoglobina (con un pinchazo en el dedo para extraer un poco de sangre), a fin de comprobar que no haya anemia. Si tres mediciones tienen un resultado positivo, se procede a inyectar en el brazo la aguja de la bolsa de recolección y almacenaje de sangre, que es de un solo uso, para prevenir posibles contagios por reutilización de materiales.

En una donación se extraen 400 ml de sangre, más otros 50 ml que sirven para las posteriores pruebas para determinar el grupo sanguíneo y la calidad y salubridad de la sangre, siendo esenciales para detectar enfermedades como la hepatitis y evitar que se puedan transmitir por transfusión sanguínea.

En definitiva, por tan sólo un ratito cada pocos meses, estás haciendo el mejor deporte de la vida que es donar sangre y ayudar de manera desinteresada a los que lo necesitan. Así que si el motivo de que aún no te hayas decidido a donar es el miedo a las agujas o temores similares, mi consejo es hecharle valor y decidirse a acudir a donar. ¿Cuántas veces nos decidimos a hacer cosas o actividades peligrosas y nos atrevemos a intentarlo? Muchas veces a lo largo de la vida, y por esta causa, no es un peligro ni una actividad deportiva de riesgo o extremo.

DONA VIDA, DONA SANGRE

Noticia extraída de
El País
y la información general de
La Wikipedia en España

1 comentario:

TeleAzafata dijo...

Pues la verdad es que sí, Timore, hay que acostumbrarse e ir a donar sangre, es bueno para todos. Yo creo que como nosotros lo hacemos, eso de quedar todos para ir, está muy bien, porque unos animamos a los otros y vamos más seguros.
Besitos