domingo, 14 de marzo de 2010

EL CRACK O EL TONTO DEL PUEBLO

Buscando por la red información de algo por lo que escribir en el blog, me ha hecho pensar y pensar por esas personas que algún día fueron los primeros en hacer o decir algo. Esto tiene dos extremos, o acabas siendo un crack o eres el tonto del pueblo.

Para que me entiendas, quiero ponerte ejemplos sencillos y gráficos: supongamos que un día se me ocurre ir a la peluquera de mi pueblo y le digo: "mira, rápame un poco y hazme dos rayas y una crestita..." y claro, ya me imagino la cara de mi peluquera, pensaría que yo estoy más loco que una cabra... pero, ¿quién sería el loco, yo que fui el primero en hacerme ese peinado, o el segundo que va a la peluquera y le pide el mismo peinado que el mío? Sea como fuese, mi peluquera pasaría a formar parte de la creadora de un peinado que puede ser la revolución entre la juventud de hoy día, y ella sería la culpable de haber creado una especie de gente extraña con un peinado moderno o fuera de lugar, según se mire. Y quién le dice a ella que dentro de unos años ese peinado sea la moda del momento... con un montón de personas por la calle con la misma forma en la cabeza... con esa crestita con sus dos rayas y sin saber qué significa eso, ni qué representa, ni quién fue el primero que se lo hizo... Pero da igual, hay que llevarlo porque la moda lo dice... Y claro, mi peluquera en su casa podía estar pensando que qué lástima no haber podido patentar algo así y poderse haber ganado su dinerillo extra por ser la creadora de la moda...

Resulta que el tema de la imagen siempre ha estado en nuestra sociedad como algo influyente. Si no, piensa en los futbolistas cuando se hacen peinados raros o visten alguna prenda publicitaria que les patrocine, se crea en ese mismo momento una forma nueva de vestir o de peinar... Y claro, si es algo que nadie se ha puesto jamás y tu eres el primero en llevarlo, puedes acabar siendo el crack o el tonto del pueblo que hace cosas raras... Y de repente aparece un movimiento asociativo que sigue tus pasos y hacen lo mismo que tu... y como somos así de imaginativos, empezamos a formar una gran comunidad en el que todos llevamos algo en común, y si alguien no sigue nuestra filosofía, lo marginamos a un lado y lo consideramos como el tonto del pueblo invirtiendo el calificativo hacia otro grupo diferente al nuestro...

Todo esto me lleva a pensar en el que inventó por primera vez la gomina... un crack o el tonto del pueblo... Puede que en su momento fuese el tonto del pueblo cuando enseñó por primera vez su pegamento molón que al ponértelo en el pelo podías hacerte la cresta mucho mejor o ponerte los pelos pincho... Me imagino al primero que se lo probó... ¿qué llegaría a pensar esa persona al hecharse esa creación pegajosa en la mano para luego ponérsela en el pelo...? que asco de invento, no? Algo con una textura pegajosa... No quiero ni pensar lo que podría imaginar de dónde saldría esa pasta que te da el lujo de hacer cualquier tipo de peinado...

Oye, pero ¿y si a esta persona le llega a salir mal su invento? A cuántas personas se les han fastidiado el ingenio y por su mala suerte se haya podido quedar en el olvido, o ¿cuántas personas han muerto gracias a sus iniciativas para que la sociedad viera su nueva creación revolucionaria? Tantas iniciativas que se habrán perdido en el cosmos y todo por esos intentos de mejora. La de animales que habrán muerto en pro de poderse investigar sobre enfermedades que nos puedan curar. Por eso, para que unos vivan bien o puedan curarse de sus problemas, otros han perecido en el intento o en su voluntad de ser el conejillo de indias para ese proyecto ambicioso e innovador.

Otro tema que me hace reflexionar bastante son las fiestas populares... Vamos a ver... ¿a quién fue el primero que se le ocurrió hacer algo que luego sería una fiesta...? Y lo peor no es eso, sino ¿quiénes fueron los que le siguieron para que eso llegara a nuestros días?

Porque empecemos con Los Sanfermines. ¿A quién le vino por primera vez a la cabeza de soltar unos toros por las calles de Pamplona y salir corriendo detrás de esos majestuosos animales? Porque seguro que otro lo vio correr y se unió al primero, y claro, imagina cuando ese toro se vuelve contra esos corredores... sin unas vallas que les proteja de una posible cornada... y ¿qué hacer? ¿nos tiramos al suelo, o intento defenderme con el periódico diario..? Desde luego que un buen arma donde las haya...

Para los valencianos la cosa es totalmente diferente... Están todo el año quemándose la cabeza y gastándose una pasta en hacer algo ingenioso, ¡para luego prenderle fuego! ¡Esto si que es ingenioso! Me imagino el primero que pensó en hacer una falla: "oye tío, ¿por qué no hacemos un muñeco gigantesco, nos gastamos el sueldo de medio año y luego lo quemamos?". "¡Venga, vale tío! Pero lo podríamos pintar y decorar para que quede más bonito..."

Muy cerca de Valencia nos encontramos a Alicante, otro lugar con otra fiesta espectacular, las hogueras de San Juan... Me imagino una noche estrellada en la playa, hace calor y el mar en calma... un grupo de amigotes quedan para hacer una barbacoa... y se le ocurre a uno hacer una hoguera en la arena... Claro, imagina que hicieran juegos o simplemente estuvieran allí charlando a la luz del fuego, hasta que a uno se le ocurre la brillante idea de jugar a saltar la hoguera descalzo o con alguien encima para darle emoción al asunto... El día de San Juan de cada año, quedan para hacer lo mismo y como es natural, otro grupo los ve saltar la hoguera, y como tontos que ven a Vicente, pues le siguen con el ejemplo, hasta llegar a convertirse en fiesta nacional. Para ingenios siempre en los orígenes hayá donde los crearan...

Y ya no te digo nada la fiesta del toro de fuego... porque claro, algún origen debe de tener esta fiesta popular. Ahora se hace con un artilujio imitando al toro y hechando fuego por todas partes, cohetes, petardos voladores y demás artilugios pirotécnicos como los que se celebran en mi pueblo en verano. Pero su origen fue el ponerle a un toro fuego en los cuernos y hecharlo a correr entre una multitud... ¿De quién sería la brillante idea de hacer esto? Pues seguro que al crack o al tonto del pueblo... al mismo que luego se le ocurrió subir una cabra al campanario y tirarla al vacío... Desde luego que muy lúcida no debe de estar una persona que haga esto, ¡vamos que más que una fiesta popular lo veo una atrocidad!

Bueno, ¿y el tema de las romerías? Aquí si que hay tela que cortar... Desde luego que el que sea creyente me puede salir con que hace una peregrinación porque hace promesas a la virgen o a algún santo... pero mi reflexión no entiende de religiones ni dogmas de fe, sino tratar de buscar el primero que hizo tal cosa. Imagino a esa persona que decidió por primera vez ir andando desde su casa hasta la hermita de la virgen... Pongo el ejemplo de la romería del Rocío de mi tierra... con la de historia que tiene esta romería, no quiero ni imaginar quién fue el primero que decidió de coger su petaca y hechársela al hombro para ir andando hacia la aldea para ir a ver a la virgen. Y claro, esa idea tan digna de cualquier creyente hizo que al año siguiente se le uniera otro más y así sucesivamente hasta llegar a nuestros días, que llegan a peregrinar un millón y pico de personas... Desde luego que este creyente sería el crack o el tonto del pueblo que hizo por primera vez un camino del Rocío, y no como los de ahora, sin casi agua ni comida, ni en plan juerguista ni con un carro que le ayudara a hacer el camino más llevadero. Me lo imagino con unas alpargatas viejas y rotas del camino, una ropa sudada del esfuerzo y con algo de agua para la fatiga... Si le digeran a este primer peregrino como hacen el camino hoy, ¡seguro que le da un infarto!

Y para terminar, lo quiero hacer con la fiesta de las fiestas, la Navidad... Esta fiesta popular se lleva la palma al ser una festividad casi mundial. Raro es el lugar donde no la celebran, ya sean de una religión u otra, el caso es hacer la fiesta y celebrar el nacimiento de jesús para los cristianos, o en las otras culturas, celebrar el nuevo año. Yo me imagino al primer crack o tonto del pueblo que cogió 12 uvas y se fue a la plaza del pueblo a celebrar el comienzo del nuevo año con su botellita de cava... ¿qué pensarían los habitantes del pueblo de tal personaje? Pues seguro que era el tonto del pueblo que, sin darse cuenta, había creado una costumbre popular...

Llego a la conclusión de que en todas las fiestas y en todos los inventos hubo un crack o un tonto del pueblo que lo hizo por primera vez, por ellos van este momento de reflexión y mis agradecimientos porque gracias a ellos tenemos el mundo que tenemos con nuestras fiestas y nuestros inventos que nos hacen la vida más fácil y más divertida.

Fran Soriano

viernes, 12 de marzo de 2010

UN VAMPIRO MUY SOLIDARIO

Ser un vampiro, o mejor dicho, dejar que los vampiros nos chupen la sangre, es una causa digna y solidaria cuando se trata de la donación de ésta y es una actividad que apenas supone un esfuerzo de unos 40 minutos tres o cuatro veces al año. Un 18% de la población reúne las condiciones (peso, tensión, edad, estado de salud) para ser donante. Pero sólo un 3,8% lo hace. Esta tasa no permite que España sea autosuficiente (lo es en la llamada línea roja, pero no en otros derivados, como el plasma), lo que implica la necesidad de importar los productos hematológicos. O retrasar tratamientos por falta de material.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que un país es autosuficiente cuando llega a una tasa de donantes de 45 o 46 por cada mil habitantes (el 4,5%). A pesar de que el aumento del último año (datos de 2008) fue del 5,57%, la tasa está todavía lejos: 38,55 por cada mil personas. Es de las mejores tasas del mundo, en línea con los países desarrollados (América del Norte, Europa Occidental, Oceanía, Japón, Corea del Sur y la excepción cubana), todos por encima de 30 donantes por cada mil habitantes, según la OMS.

En cifras absolutas, eso quiere decir que hay más de 2,2 millones de personas que donan sangre en España al menos una vez al año, pero que todavía son necesarios unos 300.000 donantes más para ser autosuficientes y poder cubrir todas las transfusiones que se necesiten, según ha anunciado el presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Manceñido, durante la presentación de la campaña Sangre nueva para el mundo; España tiene sangre con motivo del Día Mundial del Donante, que acogerá Barcelona el próximo 14 de junio.

Por comunidades, y según la tasa de donantes por mil habitantes, Navarra (50,02) y País Vasco (47,39) son las únicas que consiguen esta autosuficiencia en materia de donación de sangre, seguidas de Galicia (43,72), Extremadura (42,96), Cantabria (42,75), Castilla y León (40,98), Cataluña (40,53) y Comunidad de Madrid (40,12). En cambio, Canarias (31,97), Andalucía (34,04), Castilla-La Mancha (35,56), Aragón (35,83), La Rioja (35,95), Comunidad Valenciana (36,03), Murcia (37,66) y Asturias (38,36) son las que menos donantes de sangre por habitantes tienen.

LA DONACIÓN DE SANGRE: TAREA DE TODOS

La donación debe ser un acto constante de solidaridad a lo largo de la vida de los donantes. Tras los atentados del 11-M, los ciudadanos donaron masivamente. Pero, esa sangre obtenida no se pudo transfundir hasta pasadas 24 horas. Esto significa que debe haber un mínimo de unidades en reserva que puedan utilizarse inmediatamente ante cualquier catástrofe. La sangre debe esperar al enfermo, no el enfermo a la sangre.

¿Quién es donante de sangre?

Cuando una persona pierde sangre en gran cantidad por un accidente o una operación, o tiene problemas de salud, puede que sea necesario que reciba una transfusión de sangre. Sin embargo, dado que la sangre humana es una sustancia que actualmente no se puede sintetizar, es necesario extraerla de otra persona, es decir, un donante de sangre.

Tras haber donado, nuestra bolsa se somete al proceso de tipaje de la sangre, a través del cual se identifica el grupo sanguíneo del donante. Tras una primera clasificación, nuestra bolsa pasa al laboratorio de fraccionamiento, y allí se somete a un proceso de centrifugado, que permite la separación de cada uno de sus componentes (plasma, glóbulos rojos y plaquetas). Los laboratorios de serología e inmunología serán los últimos recorridos realizados por nuestra sangre. A partir de allí, y sólo tras haber pasado los más severos controles de seguridad, nuestra sangre estará en disposición de ayudar a un posible receptor.

Tanto si es la primera vez como una posterior, el procedimiento es básicamente el mismo siempre: si el individuo supera el peso mínimo (50 kg), se le mide la tensión y, si es adecuada, se le mide la hemoglobina (con un pinchazo en el dedo para extraer un poco de sangre), a fin de comprobar que no haya anemia. Si tres mediciones tienen un resultado positivo, se procede a inyectar en el brazo la aguja de la bolsa de recolección y almacenaje de sangre, que es de un solo uso, para prevenir posibles contagios por reutilización de materiales.

En una donación se extraen 400 ml de sangre, más otros 50 ml que sirven para las posteriores pruebas para determinar el grupo sanguíneo y la calidad y salubridad de la sangre, siendo esenciales para detectar enfermedades como la hepatitis y evitar que se puedan transmitir por transfusión sanguínea.

En definitiva, por tan sólo un ratito cada pocos meses, estás haciendo el mejor deporte de la vida que es donar sangre y ayudar de manera desinteresada a los que lo necesitan. Así que si el motivo de que aún no te hayas decidido a donar es el miedo a las agujas o temores similares, mi consejo es hecharle valor y decidirse a acudir a donar. ¿Cuántas veces nos decidimos a hacer cosas o actividades peligrosas y nos atrevemos a intentarlo? Muchas veces a lo largo de la vida, y por esta causa, no es un peligro ni una actividad deportiva de riesgo o extremo.

DONA VIDA, DONA SANGRE

Noticia extraída de
El País
y la información general de
La Wikipedia en España